SON DEL CARIBE Y....ALGO MÀS - G A L E R Í A SON DEL CARIBE Y ALGO MAS.
 

¿Cuál fue la historia de la música?
 
El origen de la música se encuentra cubierto de

misterio, aunque se estima comenzó en la

prehistoria de la humanidad y se lo vincula con los

ritos de apareamiento y con el trabajo

colectivo
.


La danza y el canto parecen haber estado desde el

principio asociados al modo en que el ser humano

comprende el mundo. {Internet}


 Testigos de  Jehová, ubicado en 







Bibliografía consultada:


BibliografÍa consultada:

Biblia Reina Valera
Biblia Nácar Colunga
Biblia de Jerusalén
Biblia de las Américas
Biblia Dios Habla Hoy
Traducción Nuevo Mundo Santas Escrituras
Revista La Atalaya
Revista Despertad
Folletos, tratados, libros, literatura JW.ORG

       
Africanos leyendo la biblia en Africa - Periodismo Y Sociedad
 
 
LEA AL FINAL
¿QUÉ ES LA MÚSICA?

            La música: regalo de Dios para el corazón


EN LA PÁGINA JW.ORG ENCONTRAMOS MUCHOS DE LOS INSTRUMENTOS MUSICALES USADOS EN LA ANTIGÜEDAD  Y COMO ES LÓGICO EN NUESTROS TIEMPOS.


Los instrumentos de cuerda - YouTubeUna orquesta especial: voluntarios que tocan hermosas ...Ayer, hoy... y para siempre | Canciones de jw.org| Letras

LA MÚSICA | VOCABULARIO | Instrumentos | Arche-ELE  

Griten de alegría por causa de Jehová, ustedes, los justos.

Es apropiado que quienes son rectos lo alaben.   Denle gracias a Jehová con el arpa;cántenle alabanzas con un instrumento de diez cuerdas. 

Cántenle una canción nueva; pulsen las cuerdas con destreza y con gritos de alegría.   Porque la palabra de Jehová es recta y todo lo que él hace es confiable. 

 Él ama la rectitud y la justicia.

La tierra está repleta del amor leal de Jehová





Oleo casa de la cultura Jamundi Colombia.

...Todas las profecias se han cumplido, oremos de continuo, hagamos el bien a los demás, al que te quite el saco dale también la camisa, al que te arrebate tus cosas déjale que se las lleve y no se las reclames.

Al que te pida dale y observa estos dos mandamientos: 'Amarás a Dios Todo Poderoso' y 'Al prójimo como quisieras te amaran a ti' no hay otros mandamientos más grandes que estos dos.
  

LA ZAFRA, COSECHA DE CAÑA DE AZÚCAR"



"CHIVA LECHERA"
 

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TRACTOR HALANDO CAÑA PARA EL INGENIO Y SE HAGA LA PANELA Y EL AZÚCAR
 
 







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MILES FUERON QUEMADOS EN LA PERVERSA E INFAME INQUISICIÓN SINDICADOS DE BRUJERÍA TAN SÓLO PÓR TENER UN EMJEPLAR BÍBLICO.
 
 

 
Puente Ortiz 1911 Santiago  de Cali Valle del Cauca Colombia S.A.

LA MÚSICA: {Continación]

Imagen Arroyo de Ríos | Nature gif, Nature photos, Nature

LA BIBLIA ESTA LLENA
DE MUSICA, MÚSICOS Y CANTORES, ARPAS, TROMPETAS, PANDERETAS, PLATILLOS, FLAUTAS, TAMBORES, CENSERROS...

...INCLUSO BAILARINAS Y BAILARINES,

La vida y la músca en tiempos bíblicos:

Los músicos y sus instrumentos

“Alábenlo [a Dios] con el toque del cuerno. Alábenlo con el instrumento de cuerdas y el arpa.

Alábenlo con la pandereta y la danza de corro. Alábenlo con cuerdas y el caramillo. Alábenlo con los címbalos de sonido melodioso. Alábenlo con los címbalos estruendosos.”
SALMO 150:3-5


LA MÚSICA y los músicos {obviamente} desempeñaron
 desde hace muchos siglos un papel esencial en la adoración a Dios.

Por ejemplo, después que Jehová ayudó a los israelitas a cruzar milagrosamente el mar Rojo, Míryam —la hermana de Moisés⁠— y las demás mujeres cantaron y danzaron al son de las panderetas...

...para celebrar la victoria sobre los egipcios.

¡Así de importante era la música para los israelitas!

Aunque acababan de escapar de un ejército, muchas mujeres tenían sus instrumentos a mano y afinados.

(Éxodo 15:20).

Posteriormente, el rey David dispuso que miles de músicos tocaran en el tabernáculo.

Y lo mismo se hizo en el templo construido por su hijo Salomón (1 Crónicas 23:5).


¿De qué estaban hechos aquellos instrumentos?

¿Qué apariencia tenían?

¿Cómo sonaban?

¿Y cuándo se usaban?


Tipos de instrumentos musicales

La Biblia menciona instrumentos hechos de madera noble, piel de animal tensada, metal, cuerno y hueso, e incluso con incrustaciones de marfil.

Las cuerdas eran de fibra vegetal o de tripa animal.

Y aunque casi ninguno ha perdurado hasta nuestros días, sí hay dibujos que muestran cómo eran.


Los instrumentos de tiempos bíblicos pertenecen a tres categorías básicas: 

a} de cuerda, como el arpa, la lira (1) y el laúd.
b}; de viento, como el cuerno {o sofar}

c}, la trompeta 

d} la popular flauta y el caramillo 

e} y de percusión, como la pandereta y los tambores

f} el sistro 

g} los címbalos 

h} y las campanillas 

 Los músicos los tocaban para acompañar canciones, versos y alegres danzas (1 Samuel 18:6, 7).

Lo que es más importante, los usaban para adorar al Dios que les había bendecido con el don de la música (1 Crónicas 15:16).

Aprendamos un poco más de cada grupo.

Instrumentos de cuerda El arpa y la lira eran ligeras y portátiles, y sus cuerdas se tensaban sobre un marco de madera.

David tocaba el arpa para calmar al atormentado rey Saúl (1 Samuel 16:23).

También se utilizaron instrumentos de este tipo en la dedicación del templo de Salomón y en otras ocasiones festivas (2 Crónicas 5:12; 9:11).


El laúd y el arpa solían tener formas distintas.

Generalmente, el laúd tenía pocas cuerdas, y estas se tensaban sobre un mástil que sostenía una caja de resonancia.

Puede que la vibración de las cuerdas produjera tonos melodiosos bastante similares a los de la actual guitarra clásica.

Las cuerdas eran de fibra vegetal retorcida o de tripa animal.


Instrumentos de viento 

Estos instrumentos se mencionan a menudo en la Biblia.

Entre los más antiguos está el cuerno judío, o sofar.

Era un cuerno de carnero vaciado que producía un sonido fuerte y penetrante.

En Israel se utilizaba para convocar al ejército y dirigirlo en las batallas 


También estaba la trompeta de tubo metálico.

Un documento encontrado entre los Rollos del mar Muerto indica que producía una asombrosa variedad de tonos.

Jehová le dijo a Moisés que hiciera dos trompetas de plata para ser utilizadas en el tabernáculo.  

Siglos después, en la inauguración del templo de Salomón, 120 trompetas sumaron su poderoso sonido a la celebración.

Los artesanos fabricaban trompetas de diferentes longitudes.

Algunas superaban los 90 centímetros {unos 3 pies} desde la  boquilla hasta la parte delantera, que tenía forma de campana.


Uno de los instrumentos de viento favoritos en Israel era la flauta.

Su sonido alegre y melodioso animaba a quienes asistían a reuniones familiares, fiestas y bodas.

La suave melodía de la flauta también podía escucharse en los funerales, pues la música formaba parte de los ritos fúnebres. 

Instrumentos de percusión 

Los israelitas utilizaban varios de ellos en sus celebraciones.

Sus sonidos rítmicos ayudaban a despertar emociones intensas.

La pandereta estaba hecha con piel de animal tensada sobre un aro de madera.

Cuando el músico o el danzante la golpeaba con la mano, sonaba como un tambor.

Y cuando se agitaba el aro, rodeado de sonajas o cascabeles, producía un tintineo armonioso.

Otro instrumento de percusión era el sistro.

Constaba de un óvalo de metal con mango y atravesado por varillas con discos metálicos sueltos.

Al agitarlo rápidamente de un lado a otro, producía un tintineo agudo y resonante.

Los címbalos de bronce generaban un sonido aún más agudo.

Estaban formados por dos discos iguales.

Había címbalos de dos tamaños: los grandes y estruendosos, que se hacían chocar con fuerza, y los pequeños y más melodiosos, que se tocaban juntando dos dedos.

Ambos producían un sonido parecido, pero de diferente intensidad. 

Un modelo a seguir

Hoy día, los testigos de Jehová empiezan y terminan sus reuniones cristianas con música y cánticos.

Para las reuniones más grandes, la orquesta que proporciona el acompañamiento musical grabado utiliza instrumentos modernos de cuerda, viento y percusión.


Siguiendo el ejemplo de los israelitas de la antigüedad y los primeros cristianos, los Testigos utilizan música y canciones en su adoración.

Al igual que los fieles de tiempos bíblicos, combinan letras poéticas y música para alabar a Jehová.
 

¿{RECUERDA A SALOMÉ?

EL REY HERODES "SE MORÍA" POR ELLA Y LE PROMETIÓ ANTE REYES EN UNA FIESTA ESTREPITOZA SUS DESEOS.

ELLA PIDIÓ LA CABEZA DE JUAN EL B AUTISTA, EL REY NO SE PODÍA QUITAR Y MANDÓ A DECAPITAR A JUAN Y SE LA ENTREGÓ EN UNA BANDEJA DE PLATA,

FINALMENTE ÉSTE MALVADO REY MURIÓ DE UNA MANERA PAVOROSA {LEPROSO} Y LOCO ADEMÁS.

LA MÚSICA ES UN d
on de Dios mediante el cual el hombre puede alabar y dar gracias a su Creador, así como expresar sus emociones, penas, gozos y sentimientos.

 El canto ha tenido gran importancia en la adoración a Jehová Dios, {coros} así como también la música instrumental, que no solo servía para acompañar a los cantores, sino como complemento de su canto.

Por tanto, no debe sorprender que desde el principio hasta el fin de la Biblia haya muchas referencias al canto y a la música instrumental tanto en relación con la adoración verdadera como en otros contextos. 

Historia.

La primera mención de la música en la Biblia corresponde a antes del Diluvio, a la séptima generación desde Adán: “{Jubal} resultó fundador de todos los que manejan el arpa y el caramillo”.

Es posible que estas palabras hagan referencia a la invención de los primeros instrumentos musicales o quizás hasta al comienzo de algún tipo de profesión musical. 

A juzgar por el deseo de Labán de dar a sus hijas y a Jacob una despedida musical, parece que en tiempos patriarcales la música era parte integrante de la vida.

El canto y la música instrumental formaron parte de algunas celebraciones,
como la liberación del pueblo junto al mar Rojo y el regreso victorioso de Jefté, David y Saúl. 

Las dos veces que se transportó el Arca a Jerusalén estuvieron presentes cantores e instrumentistas.

En los últimos años de la vida de David, Jehová mandó
 a través de sus profetas Natán y Gadque se creara un sistema organizado para interpretación musical en el santuario. 

La organización musical que David empezó alcanzó su máxima expresión en el templo de Salomón.

La grandeza y magnitud de la música en la dedicación del templo puede apreciarse por el hecho de que solo el número de trompeteros ascendía a 120. 

No obstante, a medida que la nación descuidaba su fidelidad a Jehová, todos los aspectos de la adoración verdadera, incluso la música, se fueron deteriorando.

Sin embargo, cuando los reyes Ezequías y Josías hicieron sus reformas, así como cuando los judíos volvieron del exilio en Babilonia, se procuró incluir de nuevo la música que Jehová había indicado que deseaba.  Esdras 3:10.

Más tarde, cuando Nehemías inauguró el muro de Jerusalén, los cantantes levitas, junto con un completo acompañamiento instrumental, contribuyeron en gran manera al gozo de la ocasión.

Aunque las Escrituras no dicen nada más acerca de la música en conexión con la adoración que se efectuaba en el templo después del tiempo de Nehemías, otros registros, como el Talmud, dicen que en el templo se siguió utilizando la música hasta que Jerusalén fue destruida por el ejército de los romanos en 70 E.C.

¿Cuántos músicos servían en el templo de Jerusalén?

Junto con los demás preparativos para el templo de Jehová, David apartó 4.000 levitas para prestar servicio musical. 1a. Crónicas 23 versos 4, 5.

Doscientos ochenta y ocho de estos estaban
1a. Crónicas capítulo 25 verso 7.

Todo el programa estaba bajo la dirección de tres músicos expertos: Asaf, Hemán y Jedutún (probablemente también llamado Etán).

Como cada uno de esos hombres descendía respectivamente de uno de los tres hijos de Leví —Guersom, Qohat y Merarí—, las tres familias levitas principales estaban representadas en la organización musical del templo. (1a, Crónicas capítulo 6:16, 31-33, 39-44; 25:1-6.)

Los tres hombres tenían un total de 24 hijos, y todos ellos estaban entre los supracitados 288 músicos peritos.

Mediante suertes se nombraba a cada hijo cabeza de una división de músicos formada por otros once “peritos”, que eran seleccionados de entre sus propios hijos y otros levitas.

De modo que los 288 ([1 + 11] × 24 = 288) músicos levitas peritos estaban divididos, al igual que los sacerdotes, en 24 grupos que servían por turno.

Si los restantes 3.712 ‘aprendices’ también estaban repartidos de este modo, darían un promedio de cerca de 155 hombres más para cada una de las 24 divisiones, lo que significa que a cada perito le correspondían unos 13 levitas en diferentes niveles de preparación musical. (1Cr 25:1-31.)

Como los trompeteros eran sacerdotes, se contaban aparte de los músicos levitas. (2Cr 5:12; compárese con Nú 10:8.)

Música instrumental.

La Biblia suministra muy poca información sobre el diseño y la construcción de los más de una docena de instrumentos musicales que menciona por nombre.

Por lo tanto, la mayoría de los eruditos se basan principalmente en los hallazgos arqueológicos de instrumentos usados por pueblos vecinos de la época.

No obstante, ese no es un criterio muy fiable, ya que al parecer Israel sobresalía en la música entre los pueblos circundantes.

También se han relacionado varios instrumentos musicales mencionados en la Biblia con algunos que se utilizan en la actualidad en el Oriente Medio y que parecen remontarse al pasado lejano.

Sin embargo, no deja de ser una hipótesis más.

Los instrumentos musicales de la Biblia pueden clasificarse como sigue:

 
De cuerda: arpa, laúd, cítara.

De viento: gaita, flauta, cuerno, caramillo, trompeta, (posiblemente) nehilot.

De percusión: címbalos, sistros, pandereta.
No hay razón para pensar que el diseño o construcción o hasta el sonido de los instrumentos musicales de Israel fuesen toscos. La Biblia hace notar que las arpas y los instrumentos de cuerda del templo estaban hechos de la más selecta madera importada, madera de algum; y las trompetas eran de plata. 1o Reyes capítulo 10 versos 11, 12; Números capítulo 10 verso 2.

Es obvio que para fabricar los instrumentos del templo se utilizó a los artesanos más hábiles.

Tanto las Escrituras como los manuscritos extrabíblicos que datan de antes de la era común testifican de la calidad de dichos instrumentos, así como de la competencia de los músicos israelitas.

Los Rollos del mar Muerto indican que cierto número de trompetas tenían que ejecutar varias señales complicadas “como con una sola boca”.

Eso no solo requería músicos expertos, sino también instrumentos fabricados de modo que pudiera regularse el tono para que estuvieran afinados unos con respecto a otros.

El relato inspirado de la inauguración del templo de Salomón muestra que no había ninguna disonancia en la interpretación musical:

“Los ciento veinte trompeteros y los cantores estuvieron como uno solo en hacer que se oyera un solo sonido”.
2a. Crónicas capítulo 5 versos 12, 13.

La Biblia solo menciona cuatro instrumentos como parte de la orquesta del templo: trompetas, arpas, instrumentos de cuerda (heb. neva‧lím) y címbalos.

Aunque según los conceptos modernos, con estos instrumentos no podía formarse una orquesta completa, tampoco se pretendía conseguir una orquesta sinfónica, sino solo acompañamiento para los cantores del templo.

Tal combinación de instrumentos cumpliría muy bien con ese fin. 2a. Crónicas 29 versos 25, 26; Nehemías capítulo 12 versos 27, 41, 42.

Con relación a las ocasiones en que se tocaban los instrumentos sagrados, la Biblia dice sobre las trompetas:

“En el día de su regocijo y en sus períodos de fiesta y en los comienzos de sus meses, tienen que tocar las trompetas sobre sus ofrendas quemadas y sus sacrificios de comunión”.

Números capítulo  10:10. Cuando se organizó la música en el templo, es de suponer que los demás instrumentos se sumaron a las trompetas en estas y en otras ocasiones especiales.

Esta conclusión, así como el orden de las intervenciones musicales, parece desprenderse de los acontecimientos que tuvieron lugar cuando el rey Ezequías reanudó los servicios sagrados en el templo después de que se limpió:

“Al tiempo en que comenzó la ofrenda quemada, comenzó el canto de Jehová y también las trompetas,'¿¿¿¿ aun bajo la dirección de los instrumentos de David el rey de Israel.

Y toda la congregación estaba inclinándose mientras el canto resonaba y las trompetas daban fuerte sonido...

todo esto hasta que quedó terminada la ofrenda quemada”.

El hecho de que las trompetas estuviesen “bajo la dirección de los instrumentos de David” parece indicar que su sonido complementó el de los demás instrumentos en lugar de oscurecerlo.

La orquesta entera estaba situada “al oriente del altar”. 

Música vocal. Los cantores del templo eran varones levitas. Las Escrituras no dicen en ningún lugar que hubiera cantoras en el templo.

Además, uno de los targumes (al comentar Ec 2:8) indica con claridad que no había mujeres en el coro. El que las mujeres tuvieran prohibido incluso el acceso a ciertas zonas del templo parece excluir toda posibilidad de que ocuparan algún puesto oficial en él.
2a. Crónicas capítulo 5 verso 12; Nehemías capítulo 10 verso 39; capítulo 12 versos 27-29.

El canto en el templo recibía una importancia considerable. Prueba de ello son las muchas referencias bíblicas a los cantores, así como el hecho de que se les “dejó libres de deberes” comunes a los demás levitas con el fin de que pudieran dedicarse por completo a su servicio. 1a. Crónicas capítulo 9 versos 33.

Estos cantores continuaron como un grupo especial de levitas, pues se les registra por separado dentro del grupo de los que volvieron de Babilonia. Incluso el rey persa Artajerjes Longimano los favoreció, dispensándolos de ‘impuesto, tributo y peaje’, al igual que a otros grupos especiales.

Más tarde, el rey mandó que hubiera “una provisión fija para los cantores según lo que cada día requería”. Aunque esta orden se atribuye a Artajerjes, lo más probable es que la decretara Esdras en virtud del poder que el rey le delegó. 

Estos hechos ayudan a entender por qué aunque todos los cantores eran levitas, la Biblia se refiere a ellos como un grupo especial: “los cantores y los levitas”. 

En las Escrituras también se habla de otros cantores, aparte de los empleados en el templo para la adoración. Por ejemplo: los cantores y cantoras que Salomón mantenía en su corte, y los aproximadamente 200 cantores de ambos sexos que volvieron de Babilonia junto con los músicos levitas. Eclesiastés capítulo 2 verso 8; Esdras capítulo 2 verso 65; Nehemías capítulo 7 verso 67. En Israel había muchos cantores no levitas que intervenían en ocasiones festivas y que en períodos de duelo cantaban endechas.

Parece que la costumbre de contratar a músicos profesionales en ocasiones de gozo y de tristeza continuó hasta el tiempo del Señor Cristo Jesús. 
Mateo capítulo 11 versos 16, 17.

Aunque en las Escrituras Griegas Cristianas {Nuevo Testamento] a la música no se le da tanta importancia como en las Escrituras Hebreas, {Antiguo Testamento, tampoco se la pasa por alto.

En las Escrituras Griegas se menciona la música instrumental en conexión con la adoración verdadera solo en sentido figurado {Apocalipsis 14:2}, aunque parece ser que el canto era bastante común entre los siervos de Dios.

El Señor Jesús y sus apóstoles cantaron alabanzas después de la Cena del Señor. (Marcos 14:26.

Lucas menciona que Pablo y Silas cantaron cuando estuvieron en prisión, y Pablo animó a sus compañeros creyentes a que cantaran canciones de alabanza a Jehová. (Hch 16:25; Ef 5:18, 19; Col 3:16.)

Lo que el apóstol Pablo dice en 1a. Corintios 14:15 sobre el canto parece indicar que era un rasgo regular de la adoración cristiana.

Cuando Juan registró su visión inspirada, hizo referencia a varias
criaturas celestiales que cantaban a Dios y a Cristo. 

Naturaleza de la música bíblica.

El hecho de que la moralidad de los israelitas fuese más elevada que la de sus contemporáneos y que su literatura, ejemplificada en la poesía y la prosa de las Escrituras Hebreas, fuese superior a la de ellos, da pie para suponer que muy probablemente el antiguo Israel también sobresalió en la música.

La inspiración musical de Israel ciertamente era más elevada que la de sus naciones vecinas.

Es de interés un bajorrelieve asirio en el que se representa al rey Senaquerib exigiendo al rey Ezequías que como pago de su tributo le entregara músicos de uno y otro sexo. (La Sabiduría del Antiguo Oriente, edición de J. B. Pritchard, 1966, págs. 236, 237.)

Durante mucho tiempo se ha dicho que la música hebrea era solo melodía, sin armonía. Sin embargo, el simple hecho de que el arpa y otros instrumentos de cuerda tuvieran tanta importancia en Israel es un fuerte argumento contra esa suposición.

Es difícil de concebir que un músico tocara un instrumento de varias cuerdas y no se diera cuenta de que la combinación simultánea de varios sonidos era muy agradable, o de que una serie de notas específicas tocadas sucesivamente, como en un arpegio, producía un sonido deleitable.

Curt Sachs, autoridad en la historia de la música, comenta:

“El prejuicio profundamente arraigado de que la armonía y la polifonía [música en la que intervienen dos o más instrumentos o voces combinados] ha sido una prerrogativa del occidente medieval se cae por su propio peso”.

Luego dice que entre las culturas primitivas hay muchos ejemplos de música compuesta en terceras, cuartas, quintas y octavas, y que en esos pueblos, entre ellos ciertas tribus de pigmeos, se desarrolló la antifonía superpuesta (canto alternado por dos grupos de cantores) hasta convertirse en un verdadero canto de canon.

Basándose en una investigación internacional, Sachs presenta la conclusión de que “los coros y las orquestas relacionados con el templo de Jerusalén debieron tener un elevado nivel de educación, destreza y conocimiento musicales”.

Continúa diciendo: “Es importante darse cuenta de que en la parte occidental del antiguo Oriente la música era muy diferente de lo que los historiadores del siglo XIX supusieron [...].

Aunque no sabemos cómo sonaba esa música antigua, tenemos suficientes indicios de su fuerza, dignidad y maestría”. (The Rise of Music in the Ancient World: East and West, 1943, págs. 48, 101, 102.)

Las Escrituras permiten llegar a una conclusión similar. Por ejemplo, aparece más de 30 veces la expresión “Al [Del] director” (CJ, NM, SA) en el encabezamiento de los Salmos (Sl 11 y otros). Otras traducciones leen “Del [Al] maestro de coro” (BJ, CB, LT, PIB), “Al director de coro” (CI, BR, FS), “Al director de música” (BC), “Al músico principal” (Val) y “Para el Director de[l] canto” (DK, Mod).

El término hebreo parece referirse a alguien que de algún modo dirigía el canto, ya fuera arreglándolo, dirigiendo los ensayos y preparación de los cantores levitas o dirigiendo sus interpretaciones oficiales.

Quizás se refiera al director de cada uno de los 24 grupos que servían por turno en el santuario o quizás a otro de los músicos expertos, pues el registro dice que tenían que “actuar de directores”.

En otros veinte salmos los encabezamientos son aún más específicos, ya que se refieren a los ‘directores’: “Al director sobre instrumentos de cuerda”, “Al director sobre la octava baja”, etc. Además, también hay referencias bíblicas a los “cabezas de los cantores”, a los “peritos” y a los ‘aprendices’. Todo ello prueba que había un nivel musical elevado. 

Parece ser que en Israel el canto en grupo era principalmente antifonal, ya sea porque el coro se dividía en dos grupos vocales, alternándose en cantar estrofas paralelas, o porque un solista se alternaba con un coro que contestaba. Al parecer las Escrituras se refieren a esta acción del coro con la expresión ‘responder’.

El mismo estilo de escritura de algunos salmos, como el Salmo 136, muestra que se practicaba este tipo de canto. El relato sobre los dos grandes coros de acción de gracias del tiempo de Nehemías y de su papel en la inauguración del muro de Jerusalén también da a entender que cantaron de este modo. 

Se puede decir que la salmodia es mitad canto y mitad recitación. Su sonoridad es más bien monótona y reiterativa, destacándose principalmente el ritmo. Si bien la salmodia todavía es muy popular en algunas de las principales religiones del mundo, parece ser que en la Biblia se limita a las endechas, como cuando David cantó una endecha por la muerte de su amigo Jonatán y del rey Saúl.

Solo en el caso de las endechas, o lamentaciones, se prefería el salmodiar a la melodía de la música o la modulación y el énfasis oral del habla.


Guárdense de la música nociva

“Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.” (EFESIOS 5:15, 16.)

“LA MÚSICA [...] es un don divino.”

Eso escribió Lulu Rumsey Wiley en el libro titulado Bible Music (Música bíblica). Desde tiempos remotos, hombres y mujeres temerosos de Dios han concordado con ese sentir.

Mediante la música, el hombre ha expresado sus emociones más profundas: gozo, tristeza, indignación y amor.

Por lo tanto, la música desempeñaba un papel importante en tiempos bíblicos, y se menciona muchas veces en la sagrada Biblia.
(Génesis 4:21; Revelación 18:22.)

 La música alcanzó su expresión más noble en la adoración de Jehová.

Algunas de las palabras más sublimes de alabanza a Jehová Dios se pronunciaron originalmente con música. “Alabaré el nombre de Dios con canción”, escribió el salmista David. (Salmo 69:30.)

Se utilizaba la música como acompañamiento de la oración y la reflexión en soledad. “Me acordaré de mi música de cuerda por la noche; con mi corazón de veras mostraré preocupación, y mi espíritu escudriñará cuidadosamente”, escribió Asaf. (Salmo 77:6.)

En el templo de Jehová, la música estaba organizada a gran escala. (1 Crónicas 23:1-5; 2 Crónicas 29:25, 26.) Había ocasiones en que se constituían grandes grupos musicales, como en la dedicación del templo, en la que se empleó a 120 trompeteros. (2 Crónicas 5:12, 13.)

No sabemos cómo sonaba esa música majestuosa, pero el libro titulado The Music of the Bible (La música de la Biblia) comenta: “No es difícil imaginarse el efecto general que causaba la música del Templo en ocasiones solemnes [...]

Si pudiéramos transportarnos al pasado, a una de aquellas ocasiones, no podríamos evitar una irresistible sensación de reverencia y sublimidad”.


El mal uso de la música

 Sin embargo, la música no siempre se utilizó con un propósito tan noble.

En el monte Sinaí se empleó para incitar al pueblo a participar en la adoración idolátrica de un becerro de oro. (Éxodo 32:18.) En ocasiones la música también se relacionaba con la borrachera e incluso la prostitución. (Salmo 69:12; Isaías 23:15.)

Los vecinos paganos de los israelitas también fueron culpables de usar mal este don divino. The Interpreter’s Dictionary of the Bible (El diccionario bíblico del intérprete) comenta: “Casi toda la música popular de Fenicia y Siria reflejaba la adoración de Istar, la diosa de la fertilidad.

Así pues, la música popular era normalmente el preludio de orgías sexuales”. Los antiguos griegos también utilizaban música durante sus populares “bailes eróticos”.

 Sí, la música tiene el poder de impulsar, extasiar e influir. Hace unas décadas, John Stainer llegó al extremo de decir lo siguiente en su libro The Music of the Bible: “Ningún arte ejerce una influencia tan intensa en la humanidad hoy día como el de la Música”.
La música sigue ejerciendo intensa influencia en la actualidad. Por ello, la música impropia puede entrañar serios peligros para los jóvenes que temen a Dios.

Tenemos que ser cautelosos

 Si eres joven, sabes muy bien lo importante que es la música para muchas personas de tu edad, en particular las diversas formas de música popular o rock.

Incluso se ha dicho que la música es “parte del metabolismo de los adolescentes”.

Se calcula que el joven medio de Estados Unidos escuchará más de cuatro horas de música rock al día durante sus últimos seis años escolares. No hay duda de que tal proceder no es equilibrado.

No es que sea malo disfrutar de algo que hace que te sientas bien y alegre. Ciertamente Jehová, el Creador de la música alegre, no quiere que los jóvenes estén tristes y abatidos.

Es más, él manda a su pueblo: “Regocíjense en Jehová y estén gozosos, ustedes los justos; y clamen gozosamente, todos ustedes los que son rectos de corazón”. (Salmo 32:11.) Su Palabra dice a los jóvenes: “Regocíjate, joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad”. (Eclesiastés 11:9.)

 No obstante, hay buenas razones para que seas cauteloso al escoger tu música. El apóstol Pablo dijo en Efesios 5:15, 16: “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos”.

Algunos tal vez objeten como lo hizo una jovencita: “Nuestros padres escuchaban su música cuando eran jóvenes. ¿Por qué no podemos escuchar nosotros la nuestra?”. Es posible que parte de la música que escuchaban tus padres cuando tenían tu edad tuviera aspectos objetables.

Un estudio cuidadoso de las melodías favoritas de ayer revela que muchas contenían una cantidad sorprendente de insinuaciones sexuales y referencias implícitas a la inmoralidad.

Pero lo que antes solo se insinuaba, ahora se describe explícitamente incluyendole videos pornográficos.

Un redactor comentó: “Los niños hoy son bombardeados con mensajes explícitos a un grado sin precedente en nuestra cultura”.

Música rap: la música de la rebelión

 Examinemos, por ejemplo, la fiebre actual de la música rap. Según la revista Time, el rap se ha convertido en “una revolución acreditada de ritmo mundial”, y es muy popular en Brasil, Europa, Japón, Rusia y Estados Unidos.

Suele carecer por completo de melodía, pues su letra no se canta, sino que se recita al son de un ritmo muy marcado. Este ritmo parece ser el secreto del gran éxito comercial del rap. Una joven japonesa dice: “Cuando escucho música rap, me emociono; y cuando la bailo, me libero”.

 La letra del rap —normalmente una ruda mezcla de lenguaje indecente y jerga callejera— parece ser otra razón de su gran popularidad.

A diferencia de la letra de la música rock tradicional, mucha de la cual se concentra en las aventuras amorosas de los adolescentes, la letra del rap muchas veces contiene un mensaje más serio y explícito.

Alguna de esta música expresa su oposición a la injusticia, el racismo y la brutalidad de la policía. No obstante, a veces los rítmicos estribillos se expresan en el lenguaje más vulgar y ofensivo imaginable.

Parece que el rap también constituye una rebelión contra las normas sobre el modo de vestir, el arreglo personal y la moralidad sexual.

No es extraño que se haya convertido en un estilo de vida. Sus apoyadores se caracterizan por sus ademanes extravagantes, su jerga callejera y su modo de vestir: pantalones vaqueros holgados, calzado deportivo de caña alta con los cordones desatados, cadenas de oro, gorras de béisbol y
gafas oscuras.

El apóstol Pablo en Efesios 5:10 le dice a los cristianos que “sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor”.

En vista de la reputación de la música rap,

¿dirías tú que es “acepto al Señor” que te envuelvas en ella? ¿Quisiera un joven cristiano identificarse con un estilo de vida que incluso muchas personas del mundo consideran impropio?

Fíjate cómo describió un crítico un concierto de rap: “Los cantantes competían entre sí para ver quién pronunciaba las blasfemias y obscenidades más impactantes. 

Los hombres y las mujeres que bailaban simulaban actos sexuales en el escenario”. Uno de los promotores del concierto dijo lo siguiente de una representación que recibió mucha publicidad:
“De cada dos palabras que salen de su boca, una es (obscena)”. 

 Sin embargo, la música que se tocó esa noche se consideraba rap común.

El director de la sala de conciertos dijo: “Lo que usted está escuchando es rap común, la misma música que compran en las tiendas”.

¡Qué triste es tener que decir que entre los más de cuatro mil jóvenes que asistieron a ese concierto, había algunos que afirman ser testigos de Jehová!

Como se ve, algunos no toman en serio el hecho de que Satanás es el “gobernante de la autoridad del aire”. Gobierna “el espíritu [es decir, la actitud mental dominante] que ahora opera en los hijos de la desobediencia”. (Efesios 2:2.)

¿Los intereses de quién promoverías si te relacionaras con el rap o con su estilo de vida?

Es cierto que el contenido de algunas canciones de rap tal vez no sea tan objetable. Pero ¿es prudente aficionarse a cualquier tipo de música que en su mayor parte ofende las normas cristianas?

Heavy Metal: sexo, violencia y satanismo

 Otro tipo de música popular es el heavy metal. Este va más allá del ensordecedor rock duro. Un informe de The Journal of the American Medical Association comenta: “La música heavy metal [...] se caracteriza por un ritmo fuerte y vibrante, y mucha de la letra glorifica el odio, el abuso, la perversión sexual y de vez en cuando el satanismo”.

Los nombres mismos de algunos de los conjuntos más populares son testimonio de la depravación de este tipo de rock. Incluyen palabras como “poison” (veneno), “guns” (armas de fuego) y “death” (muerte). No obstante, el heavy metal parece inofensivo en comparación con el thrash metal y el death metal, que son géneros musicales que tienen sus raíces en el heavy metal.

Los nombres de estos conjuntos explotan términos como “cannibal” (caníbal) y “obituary” (esquela mortuoria). Los jóvenes de muchos países quizás no se percaten de lo repulsivos que son estos nombres porque están en inglés u otro idioma extranjero.

 La música heavy metal se ha relacionado en repetidas ocasiones con el suicidio de adolescentes, la depresión y el consumo de drogas. Su relación con el comportamiento violento hizo que un locutor de radio le diera el apodo de “música para matar a los padres”.

La relación de esa música con el satanismo es lo que perturba a muchos padres y policías. Un investigador dijo que varios jóvenes interesados en la adoración satánica se iniciaron en el ocultismo mediante esta música. “No saben en lo que se están metiendo”, terminó diciendo.

 No obstante, los jóvenes cristianos no deben ‘estar en ignorancia de los designios de Satanás’. (2 Corintios 2:11.) Al fin y al cabo, “tenemos una lucha [...] contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales”. (Efesios 6:12.)

¡Qué insensato sería invitar a los demonios a ser parte de nuestra vida por la música que escogemos!
(1 Corintios 10:20, 21.)

Sin embargo, es patente que algunos jóvenes cristianos son muy aficionados a esta música. Algunos hasta la escuchan a escondidas a fin de satisfacer sus gustos musicales. Una joven confiesa: “Acostumbraba a escuchar heavy metal, y a veces durante casi toda la noche. Compraba revistas de heavy metal y las ocultaba de mis padres en cajas de zapatos.

Les mentía. Sé que Jehová no estaba contento conmigo”. Esta joven recobró el juicio cuando leyó un artículo de la revista ¡Despertad! Pero ¿cuántos jóvenes más continúan entrampados por esta música?

Se siega lo que se siembra

 No minimices el peligro de ese tipo de música. Es cierto que tal vez no te sientas inclinado a matar a alguien ni a cometer un acto de inmoralidad sexual tan solo porque hayas escuchado una canción. No obstante, Gálatas 6:8 dice: “El que esté sembrando con miras a su carne, segará de su carne la corrupción”.

Escuchar música terrenal, animal e incluso demoníaca solo puede tener un efecto negativo en ti. (Compárese en su Biblia con Santiago 3:15.)

El profesor de Música Joseph Stuessy dijo: “Cualquier tipo de música afecta nuestro estado de ánimo, nuestras emociones y actitudes y nuestro comportamiento resultante [...]

Cualquiera que diga: ‘Puedo escuchar heavy metal sin que me afecte’, está muy equivocado.

Lo único es que afecta a diferentes personas a diferentes grados y de diferentes maneras”.

 Un joven cristiano reconoce: “Estaba tan absorto en el thrash metal que toda mi personalidad cambió”. En poco tiempo los demonios empezaron a hostigarlo. “Por fin tiré toda esa música y me libré de los demonios.”

Otro joven confiesa: “La música que escuchaba trataba sobre espiritismo, drogas o sexo. Muchos jóvenes dicen que no les afecta, pero la realidad es que sí lo hace. Yo estaba casi fuera de la verdad”. Un proverbio pregunta: “

¿Puede un hombre recoger fuego en el seno sin que se le quemen las mismas prendas de vestir?”. (Proverbios 6:27.)

Mantengámonos en guardia

Pablo escribió a los cristianos de la antigua Éfeso: “Esto, por lo tanto, digo, y de ello doy testimonio en el Señor: que ya no sigan ustedes andando tal como las naciones también andan en la inutilidad de su mente, mientras mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la ignorancia que hay en ellas, a causa de la insensibilidad de su corazón”. (Efesios 4:17, 18.)

¿No pudiera decirse lo mismo de los compositores y los intérpretes de mucha de la música de hoy? La música de todos los géneros refleja, como nunca antes, la influencia del “dios de este sistema de cosas”, Satanás el Diablo. (2 Corintios 4:4.)

 La Biblia predijo lo siguiente respecto a los “últimos días”: “Los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor”. (2 Timoteo 3:1, 13.)

Por eso, es necesario que vigiles cuidadosamente, más que nunca, la música que escoges. Muchas veces el título repugnante de la cubierta del disco indica que es música impropia. Job 12:11 pregunta: “¿Acaso el oído mismo no prueba las palabras como el paladar gusta el alimento?”.

De igual manera, puedes probar la música escuchando una pequeña porción con un oído crítico. ¿Qué sentimientos despierta en ti la melodía? ¿Promueve comportamiento desenfrenado, degradado, es decir, el espíritu de una diversión estrepitosa? (Gálatas 5:19-21.)

¿Qué se puede decir de la letra? ¿Promueve la inmoralidad sexual, el consumo de drogas u otros males que ‘hasta es vergonzoso contar’? (Efesios 5:12.)

La Biblia dice que tales cosas ‘ni siquiera se deben mencionar’ entre el pueblo de Dios, mucho menos ponerles ritmo o repetirlas vez tras vez. (Efesios 5:3.) ¿Qué se puede decir de la cubierta del disco? ¿Tiene temas espiritistas o fotografías que despiertan el deseo sexual?

 Tal vez tengas que hacer algunos cambios en el tipo de música que escuchas. Si tienes discos, cintas y discos compactos con temas inmorales y demoníacos, debes deshacerte de ellos inmediatamente. (Compárese con Hechos 19:19.) Esto no significa que no puedes disfrutar de la música; no toda la música popular es objetable.

Algunos jóvenes han aprendido a ampliar su gusto musical, y ahora escuchan música clásica, música popular típica, jazz suave y otros géneros musicales. Las cintas de Melodías del Reino han ayudado a muchos jóvenes a aficionarse a la estimulante música orquestal.

 La música es un don divino. Sin embargo, para muchos se convierte en una preocupación malsana. Son como los israelitas de la antigüedad a quienes les gustaba oír el ‘instrumento de cuerdas, la pandereta y la flauta, pero la actividad de Jehová no miraban’. (Isaías 5:12.)

Que tu meta sea mantener la música en su lugar y dejar que la actividad de Jehová sea tu interés principal. Escoge con cautela la música que escuchas. De este modo podrás emplear debidamente, para tu beneficio, este don divino.
 
Al parecer, la nación de Israel sobresalía en el arte de la música. En un bajorrelieve asirio se representa al rey Senaquerib exigiendo al rey Ezequías la entrega de músicos israelitas como pago de su tributo. Grove’s Dictionary of Music and Musicians comenta: “Exigir la entrega de músicos como pago de un tributo [...] era muy raro”.

¡Cuidado con la música que degrada!

“Instrúyeme, oh Jehová, en tu camino, y guíame en la senda de la rectitud.”
SALMO 27 verso 11.

JEHOVÁ DIOS bondadosamente dio a la humanidad el don de la música. Ésta fue una expresión singular de su bondad inmerecida, pues aunque la música no se necesita para sostener la vida, permite a los humanos expresar sus emociones... sus penas, y sus gozos (Génesis 4:21).

Puede proporcionar consuelo en tiempos de tristeza, o resultar en mayor felicidad en tiempos de gozo. Por eso, apropiadamente, Santiago escribió a sus compañeros cristianos: “¿Hay alguno que se sienta contento? Que cante salmos”. (Santiago 5:13.)

 Por mucho tiempo, el cantar y la música han estado asociados con la adoración de Jehová. Su pueblo antiguo lo alababa gozosamente con canciones en tiempos de liberación (Éxodo 15:1-21; Jueces 5:1-31).

Dios dirigió el establecimiento de una organización musical que rendía servicio en Su templo (Salmo 68:24-26). Jesucristo y sus apóstoles cantaron alabanzas después de la Cena del Señor (Marcos 14:26).

El apóstol Pablo instó a sus compañeros cristianos a que expresaran sus sentimientos mediante ‘canciones espirituales, acompañándose con música en su corazón a Jehová’ (Efesios 5:19). Y hasta el día de hoy, el cantar es un aspecto de la adoración que se practica con regularidad entre los testigos de Jehová.

Es innegable que la música tiene poder. Puede llegar al corazón y excitar las emociones. Por eso se usan las marchas y los himnos mundanos para despertar el fervor patriótico. Las escuelas del mundo tienen sus canciones de “agresión” para estimular a los atletas. Los anunciantes usan melodías pegadizas para vender sus productos. Tales pruebas del poder de la música deberían poner en guardia al cristiano.

¿Por qué es preciso ser cauteloso?

Satanás el Diablo también está al tanto del gran poder de la música, y a veces la utiliza para influir en el corazón y apartar a la gente de la adoración pura de Jehová. Por eso, en este asunto, los cristianos tienen que ‘salvaguardar el corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida’ (Proverbios 4:23). Tenemos que ejercer cuidado especial para que la música que escuchamos no nos vaya a apartar de “la senda de la rectitud” y nos lleve a conducta degradante que deshonre a Dios. (Salmo 27:11.)

 Jehová ha obrado de manera sumamente generosa al dar a los humanos el don de la música. Pero ¡cuán a menudo se ha dado mal uso a ésta! Por eso, al escoger música, tenemos que ejercer mucho cuidado y discernimiento. Hasta sin oír la letra, en muchos casos podemos darnos cuenta de la clase de espíritu que se intenta producir mediante ciertas canciones.

Desde cierta distancia, Moisés pudo discernir que la música que provenía del campamento israelita no era ‘el cantar por poderosa hazaña ni el cantar de derrota’. Cuando finalmente llegó al campamento y vio cómo estaba actuando la gente, pudo comprender que la música había sido del tipo que llevaba a conducta idolátrica desenfrenada (Éxodo 32:15-19, 25). Por eso, hoy tenemos que examinar la clase de humor o espíritu que produce la música que escuchamos. ¿Nos edifica, o es música que degrada?

 El apóstol Pablo reconoció que Satanás desea degradar o corromper al pueblo de Jehová. Por eso, Pablo instó a sus compañeros de creencia a que se apartaran de los injustos, y preguntó: “¿Qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial?” (2 Corintios 6:14-17). Hoy día el Diablo ha estado usando astutamente algunas formas de injusticia en la música en un esfuerzo por seducir a las personas y hacer que se envuelvan en conducta degradada, para apartarlas de Dios. Los testigos dedicados de Jehová tienen que estar alerta a estos peligros.

¡No sea partícipe con los demonios!

 Existen peligros espirituales en el campo de la música. Por ejemplo, muchos músicos populares practican el ocultismo. Algunos admiten francamente que adoran a Satanás, y la influencia satánica suele manifestarse en su música y sus canciones. Pero ¿cómo puede el cristiano saber si cierta música tiene influencia demoníaca? En algunos casos basta con mirar la cubierta del disco o álbum de grabaciones. Ésta podría tener personajes vestidos de modo que aparenten ser brujos, demonios o diablos. O tal vez la cubierta tenga ilustraciones que reflejen lo místico o el ocultismo. El nombre del grupo musical o el título en la cubierta del disco podrían indicar cierta conexión con los demonios, así como los títulos y la letra de las canciones. Por ejemplo, ¿qué concluiría usted al ver que ciertas canciones tienen títulos como “Compasión por el Diablo” e “Hijos del sepulcro”? Respecto a una de tales canciones, el periódico New York Post informó que era una “descarada confesión” de que los músicos estaban “trabajando en estrecha cooperación con Satanás”.

 También se han hecho grabaciones de mensajes antibíblicos, y hasta demoníacos, mediante una técnica de grabar disimuladamente al revés, la cual varios grupos musicales utilizan. Cuando la grabación de cierta canción muy popular se toca a la inversa, ésta dice repetidamente: “Decídete a fumar marihuana”. Otra grabación popular, cuando se toca al revés, lleva el mensaje: “Cantaré porque vivo con Satanás. [...] No hay modo de evitarlo, mi dulce Satanás”.

 Por supuesto, normalmente la gente no toca los discos a la inversa. Pero cuando se escucha cierta clase de música, la mente queda expuesta a sugerencias impropias y puede absorber ideas antibíblicas o demoníacas. En la revista High Fidelity se citaron las siguientes palabras del director de una de las divisiones de una compañía de discos: “La clase de receptividad que se exige para la nueva música ‘rock’ y la nueva música clásica es exactamente la misma. [...] Uno tiene que entregarse a ellas y dejar que le absorban la mente”. Pero ¿es esto sabio? ¡La mente desprevenida en sentido espiritual puede dejar a la persona expuesta a la intrusión de los demonios! (Compare con Mateo 12:43-45.)

 A sus amados compañeros de creencia el apóstol Pablo escribió lo siguiente: “Las cosas que las naciones sacrifican, a demonios las sacrifican, y no a Dios; y no quiero que ustedes se hagan partícipes con los demonios. No pueden estar bebiendo la copa de Jehová y la copa de demonios; no pueden estar participando de ‘la mesa de Jehová’ y de la mesa de demonios” (1 Corintios 10:20, 21).

La inmoralidad y la participación en el espiritismo, el ocultismo o cualquier forma de demonismo no tienen lugar apropiado alguno en la vida del cristiano fiel. (Deuteronomio 18:10-12; Gálatas 5:19-21.)

 Entonces, en vista del consejo divinamente inspirado,

¿qué debería hacer el cristiano si descubre que tiene grabaciones musicales que dan muestras de influencia demoníaca?

Ciertamente debería destruirlas, pues los que pertenecen al pueblo de Jehová no pueden ser “partícipes con los demonios”.

Bajo circunstancias similares, los cristianos primitivos de Éfeso obraron sin titubear, pues leemos:

“De hecho, buen número de los que habían practicado artes mágicas juntaron sus libros y los quemaron delante de todos.

Y calcularon en conjunto los precios de ellos y hallaron que valían cincuenta mil piezas de plata” (Hechos 19:19).

Aquellos “amadores de Jehová” odiaban lo que era inicuo y no fueron disuadidos por lo que perdieron en sentido material.

Más bien, destruyeron sus posesiones de naturaleza demoníaca, lo cual resultó muy provechoso para ellos en sentido espiritual. (Salmo 97:10.)

Evite el espíritu del mundo

 Tampoco debemos pasar por alto el espíritu mundano de entregarse al desenfreno, que suele asociarse con la música y los músicos de hoy. (Compare con Efesios 2:1-7.)

Por ejemplo, cuando hubo que cancelar cierto concierto, miles de admiradores se alborotaron, y el periódico The Toronto Star informó:

“Bombardearon a 268 policías con botellas, cadenas y otros proyectiles durante un alboroto que duró 30 minutos [...]

Arrancaron y destrozaron 200 butacas que estaban soldadas a postes de acero y fijadas al concreto con tornillos.

Arrojaron muchísimas sillas de metal sobre la plataforma.

Arrancaron torniquetes de acero, rompieron las ventanas de las taquillas y del restaurante de la tribuna principal; además, dañaron varios automóviles que estaban fuera del estadio”.

¿Debería el cristiano asociarse alguna vez con tales personas?

A esos espectáculos la gente suele llevar, sin restricción, bebidas alcohólicas y drogas. Además, la música y las acciones de los músicos engendran un espíritu de entregarse al desenfreno.

Está claro que el tipo de música que se toca en tales ocasiones, junto con elementos como el demonismo, las drogas y la violencia, solo puede ser degradante.

Entonces, ¿pudiera el cristiano escuchar esta misma música en su propio hogar sin que le afecte de manera perjudicial?

¡Difícilmente!

Además, ningún testigo de Jehová fiel pasa por alto el principio bíblico que dice:

“De Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará”. (Gálatas 6:7.)

 No obstante, hay quienes han pensado: ‘Yo no escucho la música para oír la letra; sólo me gusta el ritmo. Se presta al baile’.

Pero esto también puede ser peligroso. De acuerdo con el periódico The Times-Herald de Newport News, Virginia (E.U.A.),

“la persona a quien le encante bailar al son de la música ‘disco’ pudiera bailar toda la noche al compás de una canción de éxito sin notar ningún aspecto de la música excepto el ritmo vibrante y el estribillo, como los músicos llaman la frase pegadiza que se repite con frecuencia”.

Es verdad que la canción quizás tenga un ritmo que se preste al baile,

pero ¿qué nos incita a hacer la letra?

¿Qué está penetrando en la mente de la persona que la escucha?

Por ejemplo, ¿cómo puede el testigo de Jehová fiel bailar al compás de una canción que lo inste vez tras vez a que vaya y cometa fornicación? (1 Corintios 6:9, 10.)

 Por supuesto, la letra que refleja degradación moral no se limita a la música “rock” y la música “disco”.

En muchos países o localidades hay formas de música que pueden ser muy populares en la localidad aunque tengan cierto ritmo o letra que los cristianos verdaderos tal vez consideren censurable.

En cuanto a la música norteamericana llamada “country music”, o música campesina estadounidense, un artículo del periódico The News & Observer, de Raleigh, Carolina del Norte (E.U.A.), declara:

“Las chicas de los cabarés baratos y los hombres que son infieles a sus mujeres siempre han desempeñado un papel en las canciones ‘country’, pero nunca en la historia de la música han sido pintados tan gráficamente sus amoríos ilícitos como lo son hoy día”.

Al aludir a otra tendencia en la música popular que es inmoral, el periódico The Spokesman-Review dice:

“Las mujeres cantan acerca de sensualidad por la noche y sensualidad en la pista de baile y sensualidad en la esquina de la calle”.

¿Qué otra cosa pueden ser tales canciones sino degradantes?

 Nunca olvide que el corazón humano imperfecto es traicionero y desesperado (Jeremías 17:9).

¿Está persuadiéndole el corazón a escuchar lo que usted sabe que es incorrecto a los ojos de Jehová, o a bailar al compás de tal música?

Si así es, ¡cuidado!

Busque la ayuda de Dios mediante la oración para que usted pueda ‘seguir asegurándose de lo que es acepto al Señor y cesar de participar con ellos en las obras infructíferas que pertenecen a la oscuridad’ (Efesios 5:10-12; Salmo 5:1, 2).

El que usted rehúse firmemente escuchar música que refleje y promueva la degradación sexual o se niegue a bailar al compás de ella hasta puede servir de censura para otras personas cuyo corazón tal vez las esté extraviando.

 Los que están sumergidos en el espíritu de este inicuo sistema de cosas quizás se deleiten en música que promueve la degradación sexual.

Pero ¿cómo podría ser así en el caso de los cristianos fieles? A éstos se les aconseja:

“Que la fornicación e inmundicia de toda clase o avaricia ni siquiera se mencionen entre ustedes, así como es propio de personas santas” (Efesios 5:3).

Como es apropiado, ¿hemos ‘repudiado la impiedad y los deseos mundanos’?

Entonces vigilemos no solo lo que decimos, sino también lo que escuchamos, de modo que ello no incluya canciones que destaquen la inmoralidad.

‘Vivamos con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este presente sistema de cosas.’
(Tito 2:11-14.)

 Pero ¿cuál es su parecer personal tocante a los músicos mundanos? Pregúntese: ¿Imito yo a algunos de ellos en mi modo de vestir, mi arreglo personal y en mi habla?

¿Cuánto converso acerca de los músicos y su música?

¿Estoy idolatrándolos al llevar camisetas o chaquetas que anuncian a tales músicos, o hasta colgando sus fotografías o carteles en mi habitación?

¿Complace esto a Jehová, a quien pertenece mi reverencia?

¿Estoy obedeciendo el claro consejo bíblico que dice: “Huyan de la idolatría”?
1a. Corintios 10:14; Romanos 1:24, 25.

Distinga entre lo correcto y lo incorrecto

 El apóstol Pablo escribió: “El alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que por medio del uso tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” 

Es necesario que los padres y los jóvenes cristianos usen sus facultades perceptivas debidamente entrenadas para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto.

Tienen que reconocer y rechazar completamente los lazos engañosos de la música degradante.

A medida que la norma moral de que “cualquier cosa se permite”

sigue invadiendo a este mundo dominado por el Diablo y su música, es necesario que los testigos de Jehová, jóvenes y mayores, estén más resueltos a conformar su vida a las elevadas normas de su Padre celestial. 

 Nunca olvide que la música tiene poder.

Puede afectar al corazón.


¿Nota usted que se está dejando cautivar por el espíritu de canciones mundanas de mérito dudoso?

Entonces tome medidas inmediatamente para salvaguardar su corazón. Si eres joven, considera el asunto con tus padres cristianos.

Además, ora fervorosamente a Jehová para que Él te ayude por medio de su espíritu santo. 

 Padres, ¿qué están haciendo ustedes para ayudar a sus hijos a distinguir entre la música aceptable y la que degrada?

Como cristianos, ¿es apropiado que ustedes les permitan escuchar canciones que destaquen el demonismo, la inmoralidad sexual, el abuso de las drogas y la violencia?

Por eso, antes de comprar una grabación o permitir que sus hijos escuchen cierta música, examinen detenidamente la cubierta del álbum de grabaciones para ver si presenta evidencia de influencias corruptoras.

Lean los títulos de las canciones y la letra. Si las canciones son degradantes, consideren el asunto bondadosamente con sus hijos.

Ustedes pudieran señalar que todos los cristianos deberían ser ‘pequeñuelos en cuanto a la maldad, pero plenamente desarrollados en facultades de entendimiento’,

y no procurar el conocimiento de cosas viles ni llenar su mente de ideas degradantes
1a. Corintios capítulo 14 verso 20.

Después de una consideración como ésta, no hay duda de que ustedes y sus hijos se desharán de cualesquier grabaciones que sean censurables desde el punto de vista bíblico y se
resolverán a nunca volver a escuchar música degradante.

 Hay una gran variedad de música que es aceptable y edificante desde el punto de vista bíblico, incluso deleitables canciones del Reino de que los testigos de Jehová de todo el mundo disfrutan.

Por eso, no nos estamos perdiendo nada al rechazar la música degradante.

Por medio de estudiar con regularidad la Biblia y las publicaciones cristianas relacionadas con ésta, entrenemos nuestras facultades perceptivas para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto.

Entonces, tenemos que aderirnos a lo que es correcto.

Rechace cualquier clase de música
que esté en conflicto con las normas justas de Dios.

Ceda a la instrucción de Él y manténgase firme en “la senda de la rectitud”

 Definitivamente, ¡cuídese de la música que degrada!

Regguaetón, Rock ans roll, Heavy Metal, lambada, champeta, salsachoque.

Al mismo tiempo, que su selección personal de la música resulte en alabanza a Dios, quien “nos proporciona todas las cosas ricamente para que disfrutemos de ellas...

El don de la música

¿SE IMAGINA cómo sería la vida sin música? No habría dulces canciones de cuna ni serenatas románticas; tampoco habría alegres canciones populares ni sinfonías arrebatadoras ni inspiradoras melodías: ciertamente un panorama aburrido y sin atractivo para muchos.

En efecto, la música incide prácticamente en todo el abanico de las emociones humanas: nos relaja y nos excita, nos eleva y nos inspira, nos llena de euforia y nos arranca lágrimas. Como le habla directo al corazón, tiene mucho poder. ¿Por qué nos apasiona tanto la música? Muy sencillo: porque es un hermoso don de Dios (Santiago 1:17). Por ese motivo debe ser objeto de especial aprecio, debe ser edificante y debe estar al alcance de todos, tanto jóvenes como viejos.

La música tiene una historia antiquísima. Hay prueba arqueológica de que siglos antes de nuestra era, ya las tribus de África tocaban tambores, cuernos y campanas.

Los chinos tocaban un tipo de armónica y de zampoña.

En Egipto, India, Israel y Mesopotamia se tañía el arpa. Una de las alusiones históricas más concretas a la música se encuentra en la Biblia en 
Génesis 4:21, donde leemos que un hombre llamado Jubal fue el padre “de todos los que manejan el arpa y el caramillo”.

Muchos siglos después, el rey Salomón de Israel sintió una gran afición por la música y se procuró las mejores maderas para construir arpas y otros instrumentos de cuerda (
1 Reyes 10:11, 12).

Claro está, para disfrutar de la música instrumental en aquella época, uno tenía que tocar un instrumento o escuchar a alguien que lo hiciera.

En cambio, hoy la música está al alcance de millones de personas con el simple toque de una tecla o el clic de un ratón; es más: puede grabarse o descargarse, y reproducirse en aparatos que caben en el bolsillo.

Un sondeo realizado en 2009 en Estados Unidos reveló que los muchachos entre los 8 y los 18 años pasan más de dos horas diarias escuchando música y otras grabaciones de audio.

Esta tendencia, que se repite en otros lugares, ayuda a explicar por qué la música y las tecnologías relacionadas se han convertido en importantes productos comerciales. De hecho, la música es un gran negocio. Pero ¿se ha preguntado usted qué se necesita para que una canción se vuelva un éxito.


Si desea mayor información sobre la música ANTIGÜA O MODERNA
visite la página
JW.ORG
Testigos de Jehová.
 







 
 

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